Jueves 20 de noviembre de 2014
Reconquista Española (1814 - 1817)
Los restos del Ejército patriota cruzaron la cordillera y cesó la resistencia contra la dominación española, el tráfico marítimo se restableció en todo el litoral, fluyendo libremente el comercio al no existir amenaza alguna.
Después del "Desastre de Rancagua", el General Osorio, designado Gobernador de Chile, restauró rápidamente el poder español en todo el territorio.
La presencia de una fuerza naval en el Pacífico cumpliría varios objetivos: atacar al comercio de los españoles e interrumpir sus comunicaciones marítimas; reconocer el dispositivo defensivo realista; liberar a los prisioneros chilenos de la isla de Juan Fernández y alentar a los patriotas de la costa occidental de América a la causa revolucionaria.
No obstante, la importancia de los objetivos que tal fuerza naval podría lograr, la falta de recursos económicos para su conformación y el alistamiento determinó que el Gobierno de Buenos Aires resolviera, con la ayuda de los chilenos exiliados, limitarse a preparar solamente fuerzas corsarias. El mando de éstas se entregó al marino irlandés William Brown.
La expedición de Brown estuvo conformada por las corbetas “Hércules” y “Halcón”; el bergantín “Trinidad” y la goleta “Constitución”. A fines de 1815, la "Escuadra del Pacífico" estuvo en condiciones de hacerse a la mar.
El Gobierno realista de Marcó del Pont tuvo conocimiento anticipado de esta fuerza corsaria durante su alistamiento en Buenos Aires y, posteriormente, cuando ya una de las naves fue avistada en isla Mocha. A pesar de ello, no pudo improvisar una flotilla para enfrentarla.
William Brown siguió viaje a El Callao con los buques navegando en forma independiente. En las costas chilenas y peruanas hicieron algunas presas. Reunidos frente a El Callao, el 10 de enero de 1816, lo atacaron, capturaron al navío “Gobernadora”, que fue agregado a sus fuerzas, para luego penetrar audazmente al puerto el 21 de enero, produciendo fuertes bajas y capturando varias naves.
La Escuadra de Brown continuó a Guayaquil, al tener informaciones que estaba prácticamente indefenso. En dicho lugar y al tomar por asalto la plaza, la nave "Trinidad" y capitana de Brown, se varó bajo el fuego de los fuertes, no restándole otra alternativa que rendirse. Sin embargo, libró por cuanto pudo negociar su libertad a cambio de la vida del Gobernador de Guayaquil, encontrado en una nave capturada en El Callao.
De las actuaciones de esta fuerza debe destacarse el hecho de que tres buques corsarios desafiaran al poder naval hispánico en el Pacífico, atacando el sitio en que se encontraba asentada la principal autoridad real, demostrando el nulo poder naval español en el área.
En diciembre de 1816 al arribar a Valparaíso, la fragata de guerra “Venganza” procedente de Cádiz y escoltando transportes con refuerzos para el Ejército del Alto Perú, vino a entonar el poder naval español en el área. Esta nave y el bergantín “Potrillo” tuvieron la tarea de terminar con la amenaza corsaria, más no fueron suficientes para disipar los temores de los comerciantes realistas.
Lo anterior obligó al Gobernador Marcó del Pont a organizar una Escuadra con los buques mercantes presentes en Valparaíso. Esta fuerza zarpó, a mediados de 1817, al sur para interceptar frente a Chiloé a una imaginaria expedición que habría zarpado desde Buenos Aires para invadir el Reino de Chile por el Pacífico.
Esta amenaza, producto de los rumores intencionadamente esparcidos por los patriotas, tuvo efectos económicos fuertemente reprochados por los comerciantes a Marcó del Pont, y estratégicos, por cuanto obligó al Gobierno colonial a distraer fuerzas para oponerse a un peligro inexistente. No obstante, dificultó nuevas acciones de patriotas en el mar.